Aceleración social: consecuencias éticas y políticas de una sociedad de alta velocidad desincronizada
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Resumen
Si existe una característica universal de la modernidad, esta es la experiencia de un cambio en la estructura temporal de la sociedad o, más exactamente, la experiencia de aceleración de la vida, cultura y/o historia. La noción de una aceleración de la vida social está prácticamente omnipresente en las sociedades modernizantes desde el siglo XVIII, y acompaña los procesos de modernización no sólo en el mundo occidental, sino también en América del Sur, Asia y África. No obstante, tanto las causas y motores como los mecanismos y efectos de la aceleración social aún son estudiados en las ciencias sociales de forma deficiente; de hecho, han sido ignorados penosamente en las teorías sobre la modernidad que en cambio han tendido a concentrarse en los procesos de racionalización, diferenciación o individualización. Por tanto, este artículo busca desarrollar un concepto coherente de la aceleración social mediante la distinción entre aceleración tecnológica, aceleración del cambio social y aceleración del ritmo de vida como sus tres principales dimensiones discernibles. También se pretende identificar los motores impulsores y las consecuencias éticas y políticas de la aceleración. El artículo concluye con la reflexión de que en un mundo moderno tardío globalizante, no sólo la estructura psíquica de los individuos, sino también las pautas temporales de la democracia corren el riesgo de verse sobrecargadas por la presión que emana de la rápida aceleración de las transacciones económicas, el progreso tecnológico y el cambio cultural.