Introducción
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Resumen
Los trabajos aquí reunidos son parte de una labor colectiva iniciada en el año 2009, cuando invitamos a Daniel Cefaï a Chile (gracias a las gestiones del Doctorado en Ciencias Sociales de la Universidad de Chile y a Emmanuelle Barozet) para que presentara dos ejes centrales de su trabajo: una reflexión sobre la movilización colectiva1 y otra –traducida y publicada en este número– sobre etnografía.
De manera paralela a este encuentro se desarrolló una mesa para el VII Congreso Chileno de Antropología, celebrado en San Pedro de Atacama. Esta se tituló “Antropología & microsociología: etnografías de la acción colectiva y conflictos urbanos”. En dicha ocasión, a base de una serie de investigaciones doctorales, se discutió la pertinencia de la mirada inductiva, instancia en la que participaron Daniel Cefaï y Francisca Márquez, aportando comentarios y propuestas.
Frente a las grandes movilizaciones sociales ocurridas en el país, parecía urgente un debate sobre la acción colectiva desde las ciencias sociales y, en especial, desde la tradición micro. En este caso, el debate no estaría centrado únicamente en el análisis de los procesos colectivos, entendidos bajo la clave de la sociedad del trabajo, como se venían estudiando desde los años 1980, ni tampoco de los estudios de la ciudadanía desde la matriz sociopolítica de la década de 1990, sino que se enfocaría –desde dentro– en la cultura cívica en interacción (Eliasoph y Lichterman, 2011), especialmente en contextos donde emergieran disputas o controversias.
Dados estos pasos, a fines de 2012, gracias al espacio otorgado por revista Persona y Sociedad,2 se hizo un llamado a distintos investigadores, invitándolos a presentar trabajos sobre acción colectiva desde una mirada etnográfica o microsociológica. Es así como se han reunido aquí cinco artículos que buscan llevar a la práctica el debate sobre el método etnográfico propuesto por Cefaï, a partir del encuentro antes señalado. Esperamos que el resultado sea una propuesta novedosa sobre la manera de cómo acercarse y comprender diferentes fenómenos políticos actuales.
Esta propuesta consta, grosso modo, de cinco elementos clave. En primer lugar, existe una intención por considerar la acción colectiva de manera emergente y/o performativa, investigando primero que nada grupos específicos (asociaciones, sindicatos, unidades barriales, etc.), y descubriendo desde sus prácticas los conceptos o enfoques teóricos que permitan el análisis de la realidad a la que nos enfrentamos en terreno.
En segundo lugar, proponemos un enfoque de lo político que muestra la capacidad que tienen diferentes agrupaciones, organizaciones y actores sociales para crear espacios de discusión, negociación y conflicto, en y desde la vida cotidiana. A partir de esta última idea, emergen el tercer y cuarto elemento, los cuales de manera conjunta se pueden plantear de la siguiente manera: la configuración de un problema como público (ver Márquez, 2011), gracias al trabajo cotidiano de colectivos ciudadanos.
Así, como tercer elemento aparece la construcción de un problema público –o publicización–, la que se refiere a la lucha que llevan a cabo los colectivos para constituir arenas de debate, participar en la escena pública y contribuir a definir las situaciones problemáticas a las que aquellos se enfrentan día a día. De este modo, nos interesa ver cómo los colectivos participan de una cultura cívica y política, haciendo de su problema, conflicto o preocupación, un asunto que también concierne a otros.
Un cuarto elemento es el interés por la vida cotidiana, entendida en tanto escenario y en cuanto problema. Se trata del escenario en donde se desarrollan los problemas y desde donde los actores proponen soluciones; este es el telón de fondo desde el cual se irán desplegando y cristalizando las acciones colectivas. La vida cotidiana es donde, como plantea Giannini (2004), aparentemente no pasa nada, pero donde se toman decisiones o se ponen en práctica acuerdos y pasos a seguir. Por consiguiente, la vida cotidiana es un lugar problemático para los grupos, ya que en dicho lugar y espacio deben resolver cómo organizarse para llevar adelante sus causas, cómo perdurar en el tiempo, mantener un discurso, poner límites y mantener lazos dentro del grupo (Eliasoph y Lichterman, 2011).
Como quinto elemento, los trabajos presentados aquí son una apuesta por la etnografía y la microsociología que permite dar cuenta de los pequeños espacios cotidianos que dan cuerpo a las grandes batallas ciudadanas que enfrentamos hoy en día.
Los artículos aquí reunidos, finalmente, no deben ser atendidos como una muestra exhaustiva de esta perspectiva, sino más bien como una invitación a discutir acerca de las formas posibles y pertinentes para analizar los conflictos sociales contemporáneos y el actuar de los colectivos.
1 Este trabajo fue publicado en español: Cefaï (2011).
2 Queremos agradecer el apoyo recibido de Francisca Márquez, así como el trabajo de evaluación y edición liderado por Isaac Caro.
Referencias bibliográficas
Cefaï, D. (2011). Diez propuestas para el estudio de las movilizaciones colectivas. De la experiencia al compromiso. Revista de Sociología 26, 137-166.
Giannini, H. (2004). La “reflexión” cotidiana. Hacia una arqueología de la experiencia. Santiago: Universitaria.
Eliasoph, N., & Lichterman, P. (2011). Culture en interaction. Une ethnographie des styles de groupe de deux organisations civiques en Californie. En M. Berger, D. Cefaï, & C. Gayet-Viaud, Du Civil Au Politique: Ethnographies Du Vivre-Ensemble (pp. 355-400). Bruselas: P.I.E.-Peter Lang.
Márquez Murrieta, A. (2011). Cartografía de una concepción de los problemas públicos. Acta Sociológica 0 (55). Disponible en http://www.journals.unam.mx/index.php/ras/article/ view/27984 [abril 2013].