Catolicismo y política en el siglo XX y XXI

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Resumen

La relación entre catolicismo y política ha sido históricamente densa y ambivalente, tensionada entre proyectos de hegemonía moral y procesos de secularización. Desde una perspectiva sociológica, esta vinculación no puede reducirse a una mera coexistencia institucional entre Iglesia y Estado. Más bien, debe abordarse como una trama de prácticas, discursos y representaciones que articulan lo religioso en el campo político. En este sentido, el catolicismo ha operado como un productor de sentido que incide en la construcción de subjetividades, en la definición de valores públicos y en la delimitación de lo que se considera legítimo en la esfera pública.


Autores como Pierre Bourdieu (1991) han resaltado el carácter performativo del capital simbólico religioso, el cual permite a instituciones como la Iglesia Católica disputar lugares de autoridades sobre las normas y principios que rigen la vida colectiva. Así, el catolicismo ha intervenido en debates morales -como el aborto o la educación sexual- y modelado visiones del bien común, del orden social y del rol del Estado.


En América Latina, por ejemplo, la Doctrina Social de la Iglesia (DSI) ha cumplido una doble función: Por un lado, ha servido como fundamento ético para movimientos de inspiración cristiana con acentos progresistas, como la Teología de la Liberación, las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs) o los movimientos cristianos de base. Por otro, ha operado como un dispositivo ideológico conservador, particularmente visible en su oposición a reformas estructurales o al marxismo. Valga como ejemplo el uso doctrinal que Jaime Guzmán hizo de la revista Fiducia para justificar la defensa de la propiedad privada (Bustamante 2022).


La sociología de la religión ha advertido que estos vínculos deben ser pensados en clase de “secularización diferenciada”. A pesar de la pérdida de poder institucional de la Iglesia, persisten formas de religiosidad política, muchas veces renovadas por actores laicos que reconfiguran la tradición católica desde marcos nacionalistas/tradicionalistas, comunitaristas o identitarios. Este fenómeno se ha intensificado con la emergencia de nuevas derechas -o nuevas ultraderechas- que invocan una “cristiandad occidental” supuestamente amenazada por el multiculturalismo y el liberalismo moral. En tales contextos, el catolicismo se convierte en un marcador identitario que excede su función doctrinal para operar como un repertorio político-cultural movilizador.


Este número de Persona y Sociedad presenta un dossier titulado Catolicismo y Política en el siglo XX y XXI, compuesto por siete artículos que abordan temas fundamentales en la investigación social contemporánea. A través de ellos, se invita a reflexionar críticamente sobre las múltiples formas en que el catolicismo se entrelaza con lo político, ya sea como tradición, como recurso simbólico o como fuerza social en disputa. 


El primer artículo, de autoría de Javier Cifuentes, se titula Religión y política en Chile: una aproximación al estudio del ejercicio multifacético de la autoridad y masculinidad del sacerdote católico. En él, se sostiene la tesis de que el ejercicio de la autoridad masculina del sacerdote católico en Chile adopta una configuración multifacética, desplegándose en tres dimensiones interrelacionadas: en primer lugar, la simbólico-religiosa, entendida como mediación entre lo sagrado y lo profano; en segundo término, la organizacional-institucional, relacionada con la jerarquía eclesiástica y la división de roles; y, en tercer lugar, la dimensión catexial, referida al control de la energía emocional y a la sexualidad célibe.


La crisis del catolicismo, agudizada por los escándalos, los tabúes y la pérdida de influencia institucional, se explicaría no solo por la desobediencia de los laicos, sino por modalidades de autoridad de corte clericalista, que perpetúan estructuras de poder patriarcales y abusivas. En este sentido, Cifuentes argumenta que dichas dimensiones revelan formas de obediencia flexibles y heterogéneas, cuestionando así la visión homogénea del clericalismo y ofreciendo una perspectiva crítica para analizar la relación entre religión, política y género en Chile. Este artículo dialoga directamente con la noción de capital simbólico propuesta por Bourdieu, al mostrar cómo la autoridad del sacerdote se sostiene en dimensiones simbólicas y afectivas que exceden lo institucional.


El segundo artículo, titulado La contrarrevolución cultural de los plinianos chilenos del siglo XXI, es obra de Javier Molina Johannes. En este texto, el autor examina cómo las organizaciones civiles chilenas Acción Familia y Credo Chile han reactualizado, mediante un ecosistema mediático digital, la doctrina contrarrevolucionaria del tradicionalismo católico de Plinio Corrêa de Oliveira. Así, configuran un discurso teologizado que busca incidir en el sentido común y en el debate político contemporáneo desde una perspectiva cultural reaccionaria.


El tercer artículo, de Fabián Bustamante Olguín, titulado La revista Tizona y la construcción ideológica del autoritarismo en Chile: etnosimbolismo, personalidad autoritaria y movimientos sociales en la legitimación del golpe de Estado de 1973, propone que la revista Tizona, órgano integrista católico e hispanista en Chile, articuló un proyecto político autoritario que legitimó ideológicamente el golpe de Estado de 1973. Para ello, combinó un discurso antimoderno y antidemocrático, sustentado en símbolos históricos (de ahí la utilización del concepto de "etnosimbolismo" de Anthony D. Smith), apelaciones psicológicas a la obediencia y el miedo (dialogando con la teoría de la personalidad autoritaria de Adorno) y estrategias de movilización conservadora, según el enfoque de los movimientos sociales propuesto por Charles Tilly. Este discurso exaltó a las Fuerzas Armadas como reserva moral de la nación, promoviendo el derecho a la rebelión contra el gobierno de Salvador Allende y construyendo una identidad nacional basada en mitos católicos hispánicos, contribuyendo así a la justificación cultural del autoritarismo y la ruptura democrática.


Estos tres artículos conforman el eje de análisis sobre catolicismo y política en Chile.


Si en el contexto chileno observamos un catolicismo tensionado entre clericalismo, conservadurismo mediático y legitimación autoritaria, el caso argentino nos presenta otra configuración, donde la Iglesia actúa como mediadora en escenarios de conflictividad social y adaptación institucional.


Así, entonces, el artículo de Laureano González, titulado De mediación y articulaciones: Iglesia Católica, organizaciones de la economía popular y la cuestión social en Argentina (2011–2019), sostiene como tesis central que la Iglesia Católica en Argentina —particularmente bajo el influjo del papado de Francisco— ha ejercido un rol histórico de mediación y articulación entre las organizaciones de la economía popular (como la CTEP) y los gobiernos de turno, tanto kirchneristas como macristas. Esta función se manifestó en la facilitación del diálogo, la legitimación de demandas populares y la capacidad de adaptación a contextos políticos cambiantes. González destaca la heterogeneidad interna de la Iglesia y el protagonismo de sectores eclesiales afines a la teología social impulsada por el pontífice argentino. El periodo estudiado evidencia cómo la institución religiosa mantuvo su relevancia como actor político-social, equilibrando su tradicional intervención en la esfera pública con las transformaciones promovidas desde Roma.


El artículo de María Bargó, titulado Catolicismo y Estado en Argentina: el tenso escenario para el arribo del Opus Dei (1930–1960), plantea que el establecimiento y expansión del Opus Dei en Argentina se produjo en un contexto de tensión entre la Iglesia Católica y el Estado, especialmente durante el peronismo. Este proceso fue facilitado por tres factores fundamentales: la alianza del Opus Dei con sectores conservadores y clases altas que buscaban preservar valores católicos tradicionales frente a la secularización y el avance del peronismo; la capacidad de adaptación de su carisma —centrado en la santificación del trabajo ordinario y una ética pragmática cercana al liberalismo económico—; y finalmente, un contexto político-religioso que incluía el conflicto entre la jerarquía eclesial y el gobierno peronista, la neutralidad estatal en materia religiosa (por ejemplo, en 1949) y la búsqueda de un catolicismo intransigente pero moderno, capaz de responder a los desafíos del periodo posterior al Concilio Vaticano II.


Este conjunto de artículos permite cerrar el eje comparativo sobre catolicismo y política en Argentina contemporánea.


En otro registro, el artículo de Isaac Nieto Mendoza y Camilo Morón Castro, titulado Religiosidad popular en En Chimá nació un santo” de Manuel Zapata Olivella desde una perspectiva decolonial, propone que tanto la novela de Zapata Olivella como las investigaciones sobre su protagonista, Domingo Vidal, permiten evidenciar cómo la religiosidad popular y el sincretismo religioso en el Caribe colombiano funcionan como mecanismos de resistencia decolonial. Estos procesos habilitan a las comunidades para resignificar su identidad cultural, desafiar la imposición de creencias hegemónicas —como el catolicismo institucional— y reafirmar prácticas espirituales autóctonas. La figura del santo popular, Domingo Vidal, encarna esta lucha, en la que la apropiación y resignificación de elementos religiosos externos se transforman en herramientas para preservar tradiciones ancestrales, resistir el control eclesiástico y construir una identidad colectiva híbrida que refleja la resiliencia frente a la opresión colonial.


Finalmente, el artículo de Emerson Sena da Silveira, titulado La extrema derecha y el catolicismo: religión política y política religiosa en la diada Maurras-Bolsonaro, analiza el vínculo persistente entre la extrema derecha política y el catolicismo reaccionario. A través de una genealogía que remite a la figura de Charles Maurras, el autor sostiene que esta relación se actualiza en el Brasil contemporáneo mediante la figura de Jair Bolsonaro, generando una convergencia entre religión política y política religiosa. La argumentación se estructura en torno a dos hipótesis principales: por un lado, la afinidad ideológica entre las cosmovisiones de la extrema derecha y el catolicismo reaccionario, que comparten principios como jerarquía, orden, desigualdad natural y sacralización de la nación, la familia y la propiedad; por otro, el impacto del contexto neoliberal, que profundiza las fracturas sociales y produce efectos de frustración y resentimiento, canalizados políticamente por estas fuerzas. El autor examina, a este respecto, un manifiesto publicado en 2018 por sectores tradicionalistas brasileños, que convocaban a los católicos a votar por Bolsonaro, conectando explícitamente su proyecto con el legado intelectual de Maurras.


La lectura de Emerson Sena da Silveira constituye un corolario elocuente del dossier, al actualizar genealogías católicas tradicionales en clave reaccionaria y dar cuenta de su articulación con los afectos y estructuras del neoliberalismo tardío. Así, se retoman los hilos esbozados en esta presentación: el catolicismo como repertorio simbólico, como fuerza política y como matriz de identidad en disputa.


En conjunto, los artículos aquí reunidos permiten observar las relaciones entre catolicismo y política en distintos contextos históricos y nacionales. Lejos de agotarse en la descripción de actores confesionales, el dossier ofrece claves interpretativas para comprender cómo lo religioso sigue modulando horizontes éticos, estructuras de poder y configuraciones identitarias en el mundo contemporáneo.


Quisiéramos, para finalizar, expresar nuestro reconocimiento y agradecimiento a los evaluadores de estos trabajos, quienes, de manera generosa y rigurosa, contribuyeron a que este número y este dossier temático sobre Catolicismo y política en el siglo XX y XXI de la Revista Persona y Sociedad de la Universidad Alberto Hurtado haya podido ser publicado en condiciones óptimas.


Bibliografía


Bourdieu, Pierre. Lenguaje y poder simbólico. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica, 1991.


Bustamante Olguín, Fabián. (2022). La hibridación ideológica discursiva de la derecha chicago gremialista entre 1973 y 2020. [Tesis Doctoral Programa Doctorado en Sociología, Universidad Alberto Hurtado].


 


Fabián Bustamante Olguín y Boris Briones Soto


Editores del Dossier Temático


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Cómo citar
Bustamante Olguín, F., & Briones Soto, B. (2025). Catolicismo y política en el siglo XX y XXI. Persona Y Sociedad, 39(2), 1-12. https://doi.org/10.53689/pys.v39i2.489
Sección
Editorial
Biografía del autor

Fabián Bustamante Olguín

Doctor en Sociología. Académico Asistente, Instituto de Ciencias Religiosas y Filosofía y Departamento de Teología, Universidad Católica del Norte, Coquimbo.

Boris Briones Soto

Doctor en Historia, Antropología y Religiones, Universidad de Roma La Sapienza. Doctor en Geografía e Historia, Universidad de Cantabria. Académico Asistente, Instituto de Ciencias Religiosas y Filosofía y Departamento de Teología, Universidad Católica del Norte, Antofagasta.